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  • Introducción
  • La observación de las aves
  • Aproximación a las aves
  • Habilidades de campo

Esta miniguía  pretende ser un modesto introductor a las aves de los Picos de Europa para que el interesado en la avifauna tenga un listado de referencia  de las aves que se puede encontrar en sus recorridos por la naturaleza.  De igual forma busca acercar al lector hacia la rica biodiversidad que nos rodea así como inculcar valores de respeto y sensibilidad hacia la naturaleza.

Las aves de los picos de Europa

Situados apenas a cincuenta kilómetros del mar cantábrico, este macizo calizo al borde del mar constituye en su conjunto un mosaico de ambientes y paisajes único en España. Según la orientación, los valles reciben más o menos sol y lluvia y según estos parámetros encontramos alcornocales mediterráneos o hayedos umbríos. Si  los elementos agua y sol los combinamos con la altitud, desde casi el nivel del mar en la Hermida hasta los 2500 metros de Peña Vieja, el gradiente y variedad de hábitats es enorme. Tan sólo en los prados de siega de los valles de Liébana se han contabilizado hasta seiscientas especies de plantas vasculares. Esta diversidad vegetal y de ambientes obviamente queda reflejada en las aves de las que se han inventariado 102 especies reproductoras. Las aves de los Picos de Europa y el valle de Liébana constituyen el elemento más llamativo de su fauna, en especial aquellas especies ligadas a los ambientes alpinos y asociados a los hábitats mejor conservados. En las agrestes cumbres encontramos al treparriscos y las tres variedades alpinas de gorrión, acentor y bisbita. En los bosques más maduros y más recónditos conviven el oso pardo con el escaso urogallo cantábrico y el picamaderos negro. Destaca también el especialista de los rebollares, el pico mediano como delicatessen ornitológica que atrae cada año a muchos birdwatchers británicos hasta esta comarca.  Pero aparte de estas especies más llamativas, el mosaico de prados, setos, bosques, roquedos y arroyos generan multitud de hábitats y nichos para que las aves encuentren en este espacio un cómodo refugio y para que nosotros, los amantes de la naturaleza, disfrutemos de este espectáculo.

La observación de aves trata literalmente de eso, de observar aves, aunque esto puede hacerse de diferentes modos: de una manera científica, artística o como mero disfrute. Podemos observar aves al lado de nuestro hogar o en grandes áreas naturales, pero en todo caso cualquier cuestión que queramos saber acerca de las aves empezará por aprender a identificarlas.

Aprender a ver los detalles
Una de las grandes diferencias que encontraremos entre un ornitólogo experto y uno que se inicia es que el primero ha pasado mucho tiempo en el campo observando aves, mientras que el iniciado está aprendiendo a observarlas. Es importante en estos primeros pasos ser paciente, fijarse en los detalles y tomar notas. Puede que el principiante se vea en un primer momento superado por la cantidad de matices, formas y colores que presentan las aves, pero un acercamiento correcto hará más fácil la tarea. No sólo debemos aprender a fijarnos en los detalles sino que debemos aprender a hacerlo en la distancia, pues la mayoría de las veces la observación de aves se hace a través de prismáticos o telescopios. Muchas veces es más fácil identificar un ave mediante la eliminación de posibilidades, ya que la mayoría de especies de aves se encuentran ligadas a determinados ambientes. De este modo es mejor pensar en el ave que debería ser, teniendo en cuenta cuestiones como el lugar donde estamos (un bosque, un humedal o en la montaña) o la época del año. A partir de aquí deberemos tener en cuenta el tamaño, la forma, el color, el comportamiento, etc. Todos estos detalles ayudarán a eliminar otras posibilidades y conducirnos hacia la solución correcta. Otro punto importante es conocer los grupos diferentes de aves que existen. Patos, rapaces, gaviotas, garzas, paseriformes, córvidos...son grupos taxonómicos que aglutinan a diferentes especies que presentan caracteres comunes. Por último, algo que es común a cualquier afición: la experiencia y aprender de los errores. Salir al campo y practicar mucho es la manera más eficaz de empezar a identificar aves.

Cómo observar las avesUnos prismáticos o binoculares son imprescindibles. Hay muchas opciones posibles y, antes de adquirirlos, uno debe tener claro varios aspectos: los aumentos, el campo de visión, luminosidad, peso, solidez, calidad de la óptica y precio. El telescopio no es imprescindible, aunque cada vez resulta más común su uso entre los aficionados a la ornitología. Al igual que los prismáticos el precio viene determinado por la calidad. Es una herramienta que supone un salto cualitativo en la observación de aves y resulta una inversión muy provechosa pues  permite disfrutar de modo pleno del espectáculo de las aves sobretodo en zonas húmedas y grandes espacios.

Guías de campo
Resulta fundamental el contar con un libro de las aves cuando salgamos al campo. Estos libros reciben el nombre de Guías de Campo y cuentan con ilustraciones y textos de las aves del país o zona geográfica en la que nos encontremos. En estas guías aparecen descritas las distintas especies que aparecen ordenadas en general siguiendo una clasificación zoológica según órdenes, familias y géneros. Los textos se refieren no sólo a los rasgos morfológicos sino también hablan de su distribución, hábitats que ocupan y épocas del año en que se ven. Suelen además contener mapas con colores que indican la distribución de las diferentes especies.

Cuaderno de campo
Una libreta de campo para anotar datos nos ayudará mucho. Es importante no dejar muchas cosas a la memoria y acostumbrarse a tomar pequeñas notas acerca de las aves que observamos. Podemos apuntar fechas, recorridos, características de los hábitats, datos meteorológicos, notas acerca de sus comportamientos...etc. Se pueden hacer bosquejos de las aves que vemos para su posterior identificación una vez lleguemos a casa. Con el tiempo la información apuntada en nuestro cuaderno de campo nos ayudará a ver nuestros progresos como ornitólogos y además constatar cambios o tendencias en la presencia de las especies.

Ropa
Por lo que se refiere a la ropa, nos interesa llevar al campo prendas cómodas y resistentes, y sobretodo adaptadas a las condiciones climáticas y a las condiciones del terreno. Notaremos enseguida la necesidad de contar con muchos bolsillos en nuestras chaquetas o cazadoras para poder acarrear la guía de campo, la libreta, así como mapas o cámaras de fotos.  Es importante que la ropa no sea de colores chillones sino de colores más discretos para así pasar más desapercibidos a ojos de las aves y no convertirnos de otro modo en involuntarios espantapájaros.

Conducta del observador
Hay diversos procedimientos de aproximación a las aves. Lo más habitual es recorrer el campo a pie, a velocidad lenta y parándonos a observar las aves que salgan a nuestro paso. Unas veces las aves se nos pondrán a un lado o simplemente saldrán volando. Con el tiempo la experiencia nos dirá la distancia a la que nos podremos acercar a las aves sin espantarlas. En este sentido debemos tener en cuenta siempre que debemos molestar a las aves lo menos posible. Tenemos que ser conscientes de que en muchos casos las aves están realizando actividades en las que se juegan su supervivencia, es decir, están alimentándose, o cuidando a sus polluelos, o simplemente descansando. En este sentido encontraremos aves más confiadas y que frente a la presencia humana siguen con sus quehaceres, mientras que otras enseguida desaparecen al notar nuestra presencia. Por esta razón en muchas zonas húmedas encontramos observatorios de aves o hides (escondites) donde mirar sin ser vistos. Estos precisamente se construyen para facilitar la observación de aves sin necesidad de molestarlas.

A modo de resumen, cuando salgas al campo ten en cuenta estas normas:

  1. Trata en todo lo posible de pasar inadvertido a las aves.
  2. No grites ni gesticules para llamar la atención de otras personas sobre lo que estás viendo.
  3. Evita cualquier molestia a las aves: no te acerques a sus nidos.
  4. Si deseas atravesar un cercado o una finca particular, trata de pedir permiso sl propietario si es posible. No dejes cercas o portillas abiertas, podrían escaparse los animales.
  5. Procura en general que tu conducta no cause perjuicios a las aves ni a las personas, deja una buena imagen de los observadores de aves.

Habilidades de campo
Cuando salgamos al campo deberemos aprender a desarrollar una serie de habilidades que nos ayudarán a localizar y observar mejor a los pájaros.

Cómo encontrarlas
Muévete despacio y sin hacer movimientos bruscos; las aves son extraordinariamente sensibles hacia cualquier actividad rápida. Además si nos desplazamos lentamente podremos percibir mejor su presencia.
Estate atento a cualquier movimiento; por lo general éstos darán la pista sobre su presencia. Busca entre las ramas de los árboles o entre la maleza; cualquier indicio nos ayudará a detectar a las aves. Sigue los sonidos. Los más expertos son capaces de identificar a las aves por sus cantos. Pero para los que se inician los sonidos los ayudaran mejor a localizarlas.

Dónde encontrarlas
Busca en los bordes. La mayoría de las aves se concentran en los bordes o ecotonos (setos, borde de bosques, orillas de humedales), que son los límites entre dos hábitats. Estas zonas por lo general son más productivas y por eso las aves se muestran más activas en las mismas. Considera la hora del día. Al amanecer y al atardecer las aves se  muestran más activas. Evita las horas de más calor así como los días muy ventosos o lluviosos. Anticípate a las necesidades de las aves. En un día frío busca en las
zonas soleadas, si hace viento busca en las zonas protegidas de éste y si hace calor en zonas más frescas y donde pueda haber agua.

Aprender a identificar
Como ya hemos mencionado la identificación de las aves comienza por aprender a fijarse en los detalles. El mejor sistema para empezar es eliminar opciones.

Tamaño
El primer detalle que ayudará viene determinado por el tamaño de las aves. Tenemos especies de gran tamaño como las garzas o las cigüeñas; de tamaño mediano como las palomas o los patos, y de pequeño tamaño como los mirlos, petirrojos o jilgueros. Estas referencias nos permitirán hacer una primera criba de las especies que seguro no son.

Forma
En cuanto a las formas, las aves presentan una enorme variedad. Dependerá de si las observamos posadas o en vuelo. Encontraremos aves con patas y cuellos largos, con cuerpos cortos y rechonchos, con forma de patos, de gaviotas, de paloma o de gorrión. La forma nos permitirá delimitar mejor las posibilidades de identificación del ave que estemos observando.

Picos y patas
Una vez que hemos visto el tamaño y la forma pasaremos a fijarnos en dos de los aspectos más característicos de las aves. Los picos y las patas nos informan acerca de la alimentación y el hábitat en el que se mueven las aves cuando no vuelan. Hay picos ganchudos como los de las rapaces, diseñados para arrancar carne. Otros largos y finos como los de las limícolas para encontrar entre los fangos gusanos y moluscos. En cuanto a las patas tenemos pies palmeados pertenecientes a las aves nadadoras, otras presentan garras para coger a sus presas y otras tienen largos dedos para poder agarrarse mejor a la vegetación.

Colores
Uno de los aspectos de las aves que más llaman la atención son sus colores. En muchos casos los detalles de sus plumajes determinarán con claridad la especie que estemos observando. En general no sólo debemos fijarnos en la coloración general sino que habrá que prestar especial atención a  determinadas marcas o trazos. En las alas, la cabeza o la cola podremos ver patrones de color característicos de los que tomaremos nota para identificar ese ave correctamente.

El vuelo
Si hay algo en las aves que nos fascina es su capacidad de volar. Cuando vuelan es posible observar mejor detalles como la forma de las alas y la cola. Encontraremos aves que presentan alas largas y anchas hechas para planear, alas afiladas propias de aves de vuelo acrobático o cortas y anchas pertenecientes a especies de vuelos cortos.

El canto
Como ya hemos mencionado podemos identificar a las aves por sus cantos. Cada especie emite un sonido distintivo. Algunos son inaudibles por los seres humanos y otros son enormemente estridentes. Pero sin duda existe un grupo de aves con cantos realmente llamativos y melodiosos. En su mayoría se trata de aves de pequeño tamaño y que viven en medios boscosos, esto es debido a que el canto es la mejor manera que tienen de comunicarse.

Distribución y migración
A través de la numerosa bibliografía existente sobre las aves podremos conocer dónde y cuándo aparecen las distintas especies. Hay pájaros que sólo se ven durante los pasos migratorios y otros en época estival o invernal. También es importante conocer la distribución de las especies pues esto nos ayudará a saber si el ave que observamos habita en la zona o no y así evitar errores en la identificación.

Comportamiento
Con la experiencia veremos que muchas especies tienen conductas  o comportamientos característicos. Éste también, en ocasiones, será de ayuda al ahora de determinar el ave que estemos observando. En la parte del listado de aves se señalan algunos de estos aspectos.





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Esta publicación ha sido subvencionada por la Consejería de Desarrollo Rural, Ganadería, Pesca
y Biodiversidad de Cantabria y la Red de Parques Nacionales.